martes, 26 de agosto de 2008

El Backstage de la Primera Gala de Patinando por un Sueño 2008

A pesar de que todo estaba cubierto por el hielo, la pista hervía. Los nervios y las corridas se multiplicaban en la noche del debut de Patinando por un sueño, el reality de Showmatch que se suma al Bailando de aquí a fin de año.
Mas allá de lo que se vio al aire, de impecable factura televisiva y un poco mas "limitadito" en el desempeño de las famosas sobre los patines, detrás de cámara todo era convulsión y frenesí, sobre todo entre jurados y participantes.

El conductor, Marcelo Tinelli, siguió de cerca los preparativos desde el camarín número 1 de Ideas del Sur y allí se quedó hasta un minuto antes de salir al aire. Este año eligió no ponerse en la cabeza esos sombreros de lana tipo esquimal que lució el año pasado, al menos para empezar.

La presidente del jurado, Florencia de la Ve, llevó a su camarín varios cambios de ropa y discutió sobre el calzado a ponerse. Eligió tacos altísimos y apenas entró a la pista al ser presentada por Tinelli, casi se va al piso. "Te dije que éstos no me los tenía que poner", vociferó. Todos elogiaban a la vez el cuerpo de Reina Reech, mucho más flaca y realmente impecable gracias a la dieta y el ejercicio al que se sometió para hacer el reemplazo de Viviana Saccone en la obra de Muscari "En la cama" cosa que finalmente no sucedió pero le dejó ese cuerpo fenomenal. Por su lado se preparaba Ximena Capristo, ganadora del certamen el año pasdado, nerviosa por abrir el fuego del show en un elogiado número del que participaron 60 personas, y que llevó mas de 20 días de ensayos.

as cinco participantesque debutaron ayer eran una bola de nervios. Reinaba una paz módica ya que en la primera noche no se cruzaron fuertes enemigas de los grupos "tumberas" y "populares". La paraguaya Dallys Ferreyra no tuvo en los pasillos a su odiada Jimena Cirulnyk, quien vio la primera gala junto a otras "divinas" en el departamento de la accidentada Raquel Mancini que quedó fuera de concurso al fracturarse una pierna la semana pasada.

Pero el tinte demente de la noche lo puso Rocío Marengo, quien en su impronta chapita y risueña se mostró, primero en el camarín con sus asistentes, y luego detrás del decorado antes de entrar a escena, hablando con los filos de los patines, pidiéndoles "por favor no me tiren, no me tiren"; en una especie de oración pagana digna de cuaquier sitcom. Marengo contaba que estaba segura de que se caía y asi se iba a transformar en la hazmereir de la primera gala.

Finalmente ninguna mordió el polvo, perdón, cayó al hielo; aunque claro, las performances mostraron gran nerviosismo y en el caso de Nadia Epstein, muy pocas cualidades para el patinaje sobre hielo. El momento en que daba trompos como si fuera un idem casi al punto de caerse, fue el más significativo de su poca gracia en el arte del patín.

Corridas, habladurías y chismes de una y otra participante, puñales por la espalda y mucho nervio, vestuaristas y maquilladores hartos de tanta demanda de mediáticas ansiosas; en fin, solo un botón de muestra, primera noche de tantas en las que el escándalo no solo estará al aire: también en camarines y pasillos del show televisivo del que todos hablarán.

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